Es decir, que la protección de que gozan los legisladores del país se mantuviera en la capital exclusivamente para delitos del fuero federal, por lo que las bancadas de Donceles pueden ser tratadas como mortales si violan las leyes locales.
El mejor ejemplo es Christian von Roehrich, quien, a pesar de que era el líder parlamentario del PAN en el Congreso de la Ciudad de México, fue encarcelado por acusaciones de corrupción en el caso del llamado Cártel Inmobiliario de la Benito Juárez.
Después de que en 2021 Morena perdió ante la alianza opositora la mayoría de las alcaldías capitalinas, desde el gobierno inició una campaña para desacreditar a los suspiritos azules, que eran el partido más fuerte.
Como Von Roehrich había sido delegado en Benito Juárez, donde crecieron importantes desarrollos inmobiliarios, la entonces fiscal, Ernestina Godoy, inició una persecución judicial en su contra y la de otros colaboradores.
Al caerle el veinte de que su fuero no lo protegía contra la orden de aprehensión girada en su contra, Christian se escondió antes de intentar huir del país, pero fue detenido cuando quiso pasar como indocumentado a Estados Unidos.
A pesar de que su esposa tiene nacionalidad estadounidense, el ex diputado nunca solicitó asilo político, como algunos le recomendaban. Incluso otros le sugirieron atrincherarse en Donceles, donde no podría ser detenido por ser sede del Poder Legislativo.
Pero cayó y en 2023 fue enviado al Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde permanece en espera de que su caso sea desahogado. Y todo porque los constituyentes quisieron hacerse puritanos y no incluir en el texto constitucional el fuero del que los demás gozan.
¿Y qué tiene que ver ahora el caso de Von Roehrich? Pues que el diputado Federico Chávez —quien, por cierto, fue su suplente en la legislatura pasada— podría correr la misma suerte.
Porque Chávez está siendo demandado por el morenista Pedro Haces Lago, quien asegura que su colega panista intentó extorsionar exigiendo dinero a cambio de apoyarlo con el asunto de la ley que definirá el futuro de las corridas de toros en la capital.
Aunque Federico lo niega, Pedrito dice tener testigos que avalan sus dichos y, como la extorsión es un delito del fuero común, no sea que el panista se vuelva a encontrar con Christian… pero no en Donceles.
0 Comentarios