Rebeca Marín
El Congreso de la Ciudad de México hizo un exhorto a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y al Banco de México para reforzar acciones de detección de páginas y publicaciones en plataformas digitales en las que se oferten billetes G5.
También pidió implementar una campaña nacional de concientización y prevención, en coordinación con otras instituciones financieras y organismos de seguridad, de actividades ilegales relacionadas con la falsificación de billetes, protegiendo así la economía y la seguridad de los ciudadanos de la Ciudad de México.
Los billetes G5 son falsificaciones de alta calidad que se han vuelto comunes en el país y son casi indistinguibles de los originales debido a su diseño, colores y elementos de seguridad; además se venden a precios bajos en redes sociales como Facebook y TikTok.
La diputada morenista, Ana Buendía, quien propuso lo anterior, destacó que la falsificación de dinero es un delito antiguo, pero los billetes falsos de calidad G5 son casi indistinguibles de los auténticos; tienen graves repercusiones, desestabilizan la economía, contribuyen a la inflación y erosionan la confianza de los ciudadanos en las instituciones financieras, además de que afecta negativamente a los comerciantes que dependen del efectivo para sus operaciones diarias.
También se dijo preocupada porque estos billetes se están ofreciendo en redes sociales a precios bajos, "la circulación de billetes falsos tiene consecuencias serias: no solo desestabiliza el sistema financiero, sino que también mina la confianza que los ciudadanos tienen en las instituciones financieras".
La diputada reiteró que muchos consumidores todavía prefieren pagar con billetes tradicionales, por lo que es imperativo tomar medidas decididas y coordinadas para combatir el delito, fomentar la educación y concientización pública sobre la identificación de billetes falsos.
Advirtió que, ante este fenómeno, los comercios se encuentran en una posición en la que deben decidir si invertir en actualizar sus sistemas de cobro y capacitar a su personal, o seguir utilizando métodos tradicionales, arriesgándose a tener pérdidas económicas en sus operaciones.
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