En lo que eran las últimas designaciones de Morena a las alcaldías de la Ciudad de México, habían optado por Arnulfo Cravioto para la Gustavo A. Madero y Circe Camacho para ir por Xochimilco.
Ninguno de los dos era favorito de Francisco Chíguil, alcalde en GAM, y José Carlos Acosta, gobernante en tierras xochimilcas, pero al final tuvieron que doblegarse ante las fuerzas del partido.
Pero llegó la noche y con ella el caos. Cravioto se tambaleaba y surgió la diputada Yuriri Ayala como opción maderense; Circe no tuvo problema. Estaba claro que, con las nominaciones, Sheinbaum se estaba vengando de quienes osaron desafiarla.
Terminaba el día y las discusiones seguían para ver quién se quedaba con la nominación para la segunda alcaldía más importante.
El problema para la 4T es que, si no cicatrizan con los alcaldes, los dos territorios se pueden perder y, con ello, la Jefatura de Gobierno; del Congreso de la Ciudad de México mejor ni hablar.
Aunque en 2021 lograron la reelección, Chíguil apenas sacó tres puntos de ventaja a Carmen Pacheco, candidata del PRD, mientras que Acosta ganó por escasos mil votos al panista Gabriel del Monte.
La cosa es que, aunado al desgaste de los gobiernos de la 4T en la capital del país, en GAM el alcalde estaba aferrado a heredar el cargo a su esposa, la diputada Beatriz Rojas; en Xochimilco, la plaza estaba reservada para la directora de Bienestar, Erika Rosales.
Desde que se empezó a manejar el nombre de Cravioto para Gustavo A. Madero, Chíguil dejó claro que sólo sobre su cadáver lo dejaría pasar y que, si se lo imponían, él no garantizaba el apoyo de las bases.
Y es que, con ese candidato, quien se fortalecería sería Batres, pues se haría por fin de un territorio, que además es el segundo en importancia de la ciudad, lo que sería un buen trampolín para su futuro.
En Xochimilco la situación es semejante, pues el alcalde trae entre ojos a Circe, al grado de que hace unos meses la diputada petista y su pareja fueron golpeados en un supuesto asalto, lo cual fue tomado como un mensaje de que no se metieran en el territorio.
Quienes pueden ganar con esta decisión son los aspirantes de la Alianza X la Ciudad de México, pues si los morenistas se parten o negocian impunidad con la oposición, adiós a esas alcaldías.
Quien más pierde es Chíguil, pues era cercano a Claudia y tenía un lugar asegurado en el gobierno federal si Morena retiene la Presidencia; hoy sus esperanzas son que gane Brugada y lo cobije, pero y si pierde…
Porque sin GAM y con Iztapalapa como está de revuelta, igual y las cuentas no le salen a la 4T en la ciudad. Dicen que todo huele a una venganza de la doctora.
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