Xóchitl Gálvez pronunció un sólido discurso que contrasta con los del Presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.
Con un tono de estadista, la aspirante presidencial del Frente Amplio Por México, se registró ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
El protocolo incluye que cada aspirante pronuncie un mensaje en el auditorio del organismo electoral.
Así como sucedió el domingo con Sheinbaum, este martes tocó el turno a Xóchitl. El corolario de su discurso fue el grito de "Presidenta, presidenta, presidenta".
Ya había llamado a la reconciliación, citando al poeta tabasqueño Carlos Peciller, que tuvo como ayudante al joven López Obrador en su campaña al Senado:
"La patria necesita de aquellos hombres y mujeres que le hagan ver la tarde sin odios, ni tristeza".
Inició su mensaje con un minuto de silencio por la repentina muerte del doctor Carlos Urzúa, primer secretario de Hacienda de este gobierno.
Claridoso y lúcido como era, Urzúa le renunció a López Obrador. Pronto se convirtió en "uno de sus críticos más punzantes y elocuentes".
De inmediato, su deceso tocó la puerta de la sospecha. Las autoridades pronto arguyeron "muerte natural". Pero quedó la duda. ¿Fue realmente un accidente?
Xóchitl agradeció a los partidos PAN, PRI y PRD, habrirle el proceso sin tener militancia, y construir "la escalera" para que los ciudadanos "accedan al poder".
De la Marcha por la Democracia dijo que llenó el Zócalo de "energía cívica", sitio donde se empezó a construir el INE con Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Clouthier y Rosario Ibarra, en el no tan lejano 1988.
Gálvez le respondió contundente al Presidente y a su candidata: "El hecho de que pensemos diferente no debe ser motivo o causa para el odio, el insulto".
Ello porque López Obrador dijo que llenaron el Zócalo "corruptos y oligarcas". Y "la señora Sheinbaum, su candidata, los llamó "falsos e hipócritas".
Se fue directo contra Claudia, porque dijo que es "hipocresía" citar la encíclica del Papa Francisco sobre fraternidad, y a la semana "apelar al rencor colectivo".
En el Zócalo –dijo- y en más de 100 plazas, había personas que votaron por López Obrador hace seis años. "Hoy los insulta", pero uno de ellos era el doctor Urzúa.
"No se equivoque, no se equivoquen, presidente, es normal que en una democracia las personas piensen distinto a la autoridad.
"En una democracia los ciudadanos tienen derecho a cambiar de opinión", expresó.
"Yo quiero un México donde la máxima tribuna política no usa su voz para sembrar el odio y la discordia entre las personas y cosechar la violencia", señaló.
Observó con preocupación que el Presidente sea "un mal perdedor" porque señala fraude, y cuando gana "se queja con amargura de las autoridades que certificaron su triunfo".
Alertó a los organismos electorales sobre el "instinto autoritario" del mandatario. "Si usted es un demócrata, usted debe estar preparado para su derrota".
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