La Ciudad de México se ha convertido en el principal bastión político de los partidos políticos y escenario indiscutible en la disputa por el poder.
Por ello, el 2021 marcó la ruta del destino del partido en el poder, pues en tres años perdió la capital del país ante la Alianza Va Por la Ciudad de México.
Y a punta de encuestas, Morena busca por todos lados hacer creer que sus aspirantes son los más populares y por ende los mejores.
La realidad es muy distinta, pues tanto en Palacio Nacional como en el viejo Palacio del Ayuntamiento han perdido el control de la sucesión.
Al senador Ricardo Monreal le vendieron la idea de hacerlo candidato a la jefatura de gobierno para que no abandonara a Morena y con ello fortaleciera a la oposición.
Pero tan pronto como eso sucedió, hubo un cambio de luces que se enfocaron a la funcionaria consentida: Rosa Isela Rodríguez.
El interior del partido guinda, todos saben que goza de las simpatías del señor de Palacio y de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
Los demás hacen su lucha y eso ha provocado divisiones, insidias y traiciones entre ellos.
Están en la fila Ariadna Montiel, Clara Brugada y Martí Batres. Pero la definición es evidente y lo gritan a los cuatro vientos: la ungida será Rosa Isela.
Por el lado de la oposición, el PAN está sometido a una sistemática metralla de acusaciones y denuncias a fin de debilitarlo por haber sido puntero en las votaciones de 2021.
Están en primera línea Santiago Taboada, Xóchitl Gálvez y Lía Limón. Taboada es el elegido, por eso está en la mira de los ataques y campañas de desprestigio.
¿Habrá otra opción en caso de que Taboada sea descarrilado? ¿Jorge Romero, mandamás del panismo capitalino tendrá un as bajo la manga?
En Acción Nacional tienen claro que no llegarán a buen puerto sin la alianza con el PRI y PRD en la Ciudad.
Por el lado del PRI, no hay más opciones, sólo figura y con elevada aceptación el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava. Hay otros, pero con nulas posibilidades.
El PRD se mantendrá como bisagra, y en todo caso inclinará la balanza por el hecho de haber sido la fuerza política que impulsó los derechos y libertades más progresistas del país.
Los que saben precisan que en política no hay rival débil y tampoco invencible.
La moneda está en el aire. Y los vientos no le soles favorables a Morena.
Las dos pasadas movilizaciones en defensa de la democracia y del INE prendieron los focos rojos en el cuartel de Morena, porque el Zócalo se desbordó y sin acarreo.
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