Luego de que concluyera el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, una gran mayoría de los mexicanos nos preguntamos, ¿Cuál era la cuarta trasformación o en qué consistiría? Pues no debemos olvidar que los cambios también tienen reversa, o simplemente estos pueden ser para mejorar o empeorar las cosas.
Hoy por hoy es evidente que esa supuesta trasformación no ha sido a favor de la gran mayoría de los mexicanos; no tenemos mejor seguridad con la fallida estrategia de abrazos no balazos, tampoco un mejores servicio en el sector salud, seguimos viendo casos de corrupción, el Huachicol no se erradicó sino que se duplicó sin remedio, no hay un crecimiento económico como se nos prometió, tenemos la mayor inflación de los últimos 20 años, luz, gas y gasolinas han aumentado considerablemente el costo, y no su calidad, el cobro de piso está imparable afectado no solamente a las grandes empresas sino por igual a pequeños y medianos productores y comerciantes, constantes levantones de personas, cierres de carreteras con camiones incendiados por parte de los carteles, tampoco se resolvió el caso de los 43 Normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, por malos manejos de la pandemia del Covid 19 cerca de 800 mil muertos de los cuales aproximadamente 297 mil fueron por los malos manejos de la pandemia, los feminicidios durante este periodo han mostrado una tendencia en aumento, esto según datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), del 1 de diciembre del 2018 al 31 de enero de 2024 se registraron en México 4 mil 817 casos de feminicidios, muertos por homicidios ya rebasan las 200 mil en este sexenio, (con Felipe Calderón se registraron 120 mil, en el periodo de Enrique Peña Nieto 150 mil homicidios), decenas de miles de personas desaparecidas o no localizadas en el país, la venta del Avión Presidencial que no se vendió y la supuesta rifa de la aeronave Presidencial por medio de la Lotería Nacional no se entregó al ganador, y finalmente los mexicanos no sabemos qué pasó con el avión o dónde fue a parar, PEMEX y el petróleo fueron por muchos años uno de los principales cimientos de la economía nacional y llegó a ser uno de los mayores productores y exportadores a nivel mundial, pero actualmente recibe millonarios apoyos por parte del Estado Mexicano, las bandas de la delincuencia organizada que siguen creciendo por todo el país y se disputan las plazas ejerciendo violencia con enfrentamientos entre ellos los cuales evidentemente por igual afectan a la población que vive aterrorizada y cobra por igual víctimas inocentes, los constantes desplazamientos en comunidades indígenas o rurales que sufren de pobreza extrema se ven obligados a abandonar lo muy poquito que tienen para salvar su integridad personal y la de sus familias, no les queda otra opción que emigrar jugándose la vida en busca de evadir las amenazas y agresiones de los grupos delincuenciales que con todo lujo de prepotencia, violencia imponen su voluntad y su propia ley en ciertas comunidades…
Cabe comentar que, estos son sólo algunos tópicos que nos dan muestra de la situación actual que estamos viviendo y padeciendo los mexicanos, del México real, no el de los otros datos desde Palacio Nacional.
El todavía actual presidente de México, AMLO, se va, no sin antes haber logrado con habilidad y estrategia política con sus aliados afines conseguir el control político con mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República, quienes por lealtad o conveniencia personal se inclinaron a favor de sus Reformas Constitucionales, como se dice, sin quitarle ni una coma ni un punto, aprobándolas en fast track, no precisamente a favor o en beneficio del pueblo y del país, sino del Jefe del Ejecutivo Federal, como recientemente fue la Reforma al Poder Judicial, así como la Reforma para que la Guardia Nacional se adscriba a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Muy al estilo de la vieja usanza priista con un partido hegemónico con poder absoluto.
En términos generales, AMLO deja a la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum y a todos los mexicanos, un país con extrema violencia, principalmente generada por parte de los grupos de los diversos carteles, un país endeudado, una gran polarización social que nunca antes imaginamos, escueta confianza a la inversión privada nacional y extranjera, sin crecimiento económico y una lastimosa inflación en la que el vox populi dice; ya no me alcanza. Esto tan solo es parte de una herencia no deseada.
Como es bien sabido en el ámbito político; en política las cosas no son coincidencia, como lo es ahora la designación de Andrés Manuel López Beltrán (Andy) al frente de la Secretaría de Organización de Morena (un puesto muy importante y estratégico en la toma de decisiones en el interior del partido), del Partido Político Morena. Digan lo que digan, y aunque López Obrador lo niegue, la lectura que esto nos da en el medio periodístico y político, es que esto es parte de su herencia política. Y como presidenta del partido en el poder, Morena, quedará la todavía Secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde, una persona muy cercana y de toda la confianza de López Obrador.
En su inicio de gobierno, AMLO dejó ver que uno de sus objetivos sería pasar a la historia como uno de los mejores Presidentes de México, y ciertamente tenía las condiciones propicias para serlo, pero lamentablemente para él, para los mexicanos y nuestro gran país, no fue así.
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