Rebeca Marín
La prolongada caída de la inflación subyacente en México y la reciente desaceleración económica fueron algunos de los factores que apoyaron la decisión del Banco de México de recortar, en voto dividido, las tasas la semana pasada, dijo en una entrevista el subgobernador del Banco de México, Omar Mejía.
La decisión del Banxico de recortar un cuarto de punto su tasa de interés de referencia, al 10.75 por ciento, a pesar de la aceleración de la inflación en julio, ha sido objeto de duro escrutinio durante la última semana.
La junta de Banxico se dividió, con la gobernadora Victoria Rodríguez, Mejía y Galia Borja votando a favor de un recorte, e Irene Espinosa y Jonathan Heath votando a favor de mantener las tasas.
La inflación no subyacente fue el principal componente que llevó a la inflación de julio a aumentar al 5.57 por ciento a 12 meses, dijo Mejía. La continua caída en el dato subyacente es un dato más relevante debido a su mayor peso en los precios globales. Una economía más lenta de lo previsto también tendrá un impacto a la baja en la formación de precios, añadió.
"Considerando estos elementos, el recorte con grado de restricción no sólo fue adecuado, sino oportuno y eficiente", dijo Mejía en su primera entrevista con un medio de comunicación extranjero. "Considerar algún dato puntual en el margen nada más sería renunciar a buena parte de la información que como banqueros centrales debemos incorporar a las decisiones"
La inflación subyacente, el cual el banco central vigila más de cerca, se enfrió al 4.05 por cientoen julio desde el 4.13 por ciento del mes anterior. El banco central tiene como objetivo una inflación del 3 por ciento, más o menos un punto porcentual.
Mejía también señaló que la tasa ex-ante cayó menos que la tasa nominal debido a los ajustes en las expectativas de inflación. En junio fue el único voto disidente al favorecer también esa vez un recorte de 25 puntos básicos.
Mejía es el miembro más nuevo de la junta de gobierno de Banxico y comenzó su mandato en enero de 2023. Había sido investigador técnico de la entidad desde 2019. Anteriormente, se desempeñó como subtesorero del gobierno federal y dirigió la oficina de administración financiera de la Ciudad de México.
Mejía destacó que, aunque Banxico hizo una revisión al alza de su pronóstico para la inflación general para finales de 2024 y el primer trimestre de 2025, el banco aún ve que la inflación convergerá a su objetivo para la segunda mitad del próximo año, ya que la política monetaria sigue siendo restrictiva.
"Los ajustes en el grado de restricción no pueden catalogarse ni como prematuros, ni como complacientes y tampoco inconsistentes", dijo.
Mejía dijo que el panorama de la inflación "en su conjunto" deberá evaluarse en la próxima reunión de septiembre, y que no podía adelantarse a decir cuál será su postura.
La desaceleración de la economía mexicana podría continuar, agregó, influida por la debilidad de la manufactura tanto en México como en Estados Unidos, lo que podría llevar a una inflación más lenta. Por eso, desde la reunión del consejo de junio, consideró apropiado un recorte de tasas.
"Estoy observando una pérdida de dinamismo" en la actividad, dijo. "Creo que vamos a continuar creciendo este año y el siguiente, pero vamos a crecer a un menor ritmo del esperado"
El episodio más reciente de volatilidad del peso mexicano se explica por factores externos, como el temor a una desaceleración en Estados Unidos y a la subida de tasas del Banco de Japón, y por una reversión de las operaciones de carry trade. Aún así, el banco está observando "una mejora en las condiciones de operación de la moneda mexicana", dijo.
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