Fwd: Coordenadas Políticas/Martin Aguilar/Una sopa de su propio chocolate


De mal en peor, la 4T se quedó atrapada en eslogan; no se convirtió en transformación y Morena no alcanzó el estatus de partido, se quedó atrapado en movimiento.

 

El presidente López Obrador sólo gobernó para su clientela popular; dividió a un país de 130 millones de habitantes.

 

Controló desde el inicio la sucesión presidencial; siempre tuvo de preferida a Claudia Sheinbaum, a quien le entregó el bastón, pero sin mando.

 

Ejemplo: Claudia quería de candidato a jefe de gobierno a Omar García Harfuch, pero el presidente le cerró el paso.

 

Los contrarios a Sheinbaum crearon la atmósfera ideal de rechazo a Harfuch.

 

Pero pronto llegó la respuesta en forma de venganza. Aquellos que apoyaron a Clara Brugada en contra de Harfuch, se encontraron con una irreductible postura de Sheinbaum.

 

El primer y contundente mensaje para aclarar quien manda en las candidaturas locales, fue haberle arrebatado el poder a Clara en Iztapalapa.

 

Claudia y los dirigentes morenistas de la capital, decidieron hacer candidata a la alcaldía de Iztapalapa a Aleida Alavés, nada cercana a Brugada.

 

Sin límites vengativos, Sheinbaum pronto le cobró facturas al alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil.

 

Le impuso a Janecarlo Lozano, un candidato impresentable que de inmediato fue repudiado por el morenismo de Gustavo A. Madero y el propio Chíguil.

 

Con esa decisión, la aspirante presidencial exhibió su talante autoritario y le dio el tiro de gracia a Brugada.

 

Y si Morena no gana en esas dos alcaldías, perderá la elección para la jefatura de gobierno.

 

Hay más ejemplos de esa división interna prohijada desde las entrañas de la 4T, es decir, desde Palacio Nacional y el cuartel de Sheinbaum.

 

En el inicio de la campaña de Claudia, las imágenes del forcejeo entre Sheinbaum y Brugada, muestran la potente animadversión entre ambas.

 

Ese desencuentro inundó las redes sociales y mostró la cara dura de la aspirante presidencial.

 

Horas después, en el arranque de la campaña de Brugada la nube de su mala suerte la siguió en el Auditorio Nacional.

 

El inmueble estuvo a la mitad de su capacidad. Se trata de un mensaje nada agradable para el fallido inicio de la campaña de la ex alcaldesa de Iztapalapa.

 

El resultado de lo anterior, es un ambiente desfavorable para el partido oficial en la capital.

 

¿Dan por perdida la elección? ¿Por qué tantos mensajes erróneos?

 

¿A qué le apuesta Claudia con todas esas actitudes en contra de quienes podrían ayudarle a ganar la elección en la Ciudad de México? 


Publicar un comentario

0 Comentarios

Soratemplates is a blogger resources site is a provider of high quality blogger template with premium looking layout and robust design