Martín Aguilar
"El PRI concretó la mayor de las amenazas que tenía el partido desde el 2018, que era la amenaza de la irrelevancia", dice la exdirigente nacional del Revolucionario Institucional, Dulce María Sauri Riancho, quien reconoce "que da lo mismo que el PRI esté o no esté en cualquier negociación legislativa, en cualquier decisión política, porque numéricamente el PRI dejó de tener significación" tras la pasada elección.
La también exgobernadora de Yucatán y militante del PRI desde 1981, señala que Alejandro Moreno Cárdenas, actual dirigente nacional del partido, debe dejar el cargo o será quien le ponga el último clavo al ataúd y sepulte casi cien años de historia política.
Este domingo, durante la 24 Asamblea Nacional del tricolor, se votarán las reformas a los estatutos que permitirán al presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y al titular de la Secretaría Ejecutiva reelegirse hasta por tres periodos consecutivos, que en el caso de Moreno Cárdenas le permitirá dirigir al PRI hasta 2032.
En una carta publicada el miércoles, más de 250 priistas —entre los que se encuentra Sauri Riancho— solicitaron la inmediata renuncia de Moreno Cárdenas y la elección de una dirigencia interina que se encargue del proceso de renovación de los órganos de dirección del PRI.
En el 2019, el PRI tenía registrado ante el Instituto Nacional Electoral (INE) a seis millones y medio de militantes, la votación que recibió el PRI para la Presidencia de la República. En la reciente elección fue de cinco y medio millones de votos. Es decir, ni siquiera los militantes registrados hace seis años votaron por el PRI. Por si esto no fuera suficiente, los grupos parlamentarios que se van a conformar, si prevalece la sobrerrepresentación que se ha mencionado en la asignación de la representación proporcional, entonces el PRI tendrá alrededor de 35 diputados, la fracción parlamentaria más disminuida de toda la historia del PRI. Si ya éramos pocos en 2018 que fuimos 47 y terminamos 50, en este caso 35 es todavía un número menor.
Ni siquiera los militantes registrados hace seis años votaron por el PRI
Y si no fuera todo esto suficiente. El PRI concretó la mayor de las amenazas que tenía sobre el partido desde el 2018, que era la amenaza de la irrelevancia, en el sentido de que da lo mismo que el PRI esté o no esté en cualquier negociación legislativa, en cualquier decisión política, porque numéricamente el PRI dejó de tener significación. Ya no lo ocupan para construir una mayoría nacional. Los votos del PRI si vienen, bien y si no, también. Y desde el punto de vista político una alianza de Morena con el PRI, para cualquier asunto, no le aporta mayor rentabilidad política porque desafortunadamente el PRI es muy cuestionado por un sector amplio de la ciudadanía.
De que ha habido una reducción drástica de su presencia territorial, sí. De que el PRI ha visto reducida, también, drásticamente su participación en las cámaras, sí. De que el PRI tiene cada vez menos atractivo para la juventud, sí Pero también en el interés de la sociedad en su conjunto, a la que le importa que existan oposiciones que actúen como contrapeso al enorme poder concentrado en este momento en la Presidencia de la República, pues también a mí no me cabe duda de que tiene un papel disminuido, una situación muy precaria. Si Alejandro Moreno consuma su intención de reelección, yo creo que se va a desdibujar aún más el PRI ante los priistas, pero también ante la opinión pública.
¡Categóricamente no! Este sería prácticamente poner el clavo en el ataúd del PRI. Yo no alcanzo a entender la razón por la cual el presidente del Comité Ejecutivo Nacional no termina o concluye su mandato, de por sí ya extendido, y permite o propicia que otras personas tomen la conducción del partido.
Porque en el PRI se necesita abrir puertas y ventanas para que fluya y salga el aire pesado de la concentración de poder, que incluya un viento ligero de la democracia interna que se quedó auténticamente lastimada, cuando por ejemplo se concentraron todas las funciones de los comités directivos estatales de los consejos políticos estatales en la figura presidencial. No se puede convocar al relevo de un comité municipal, si no viene firmada la convocatoria por el presidente del partido, no se puede registrar a una sola candidata o candidato a sexto regidor del ayuntamiento más modesto si no viene con la firma del presidente del Comité Ejecutivo Nacional.
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