Tras los primeros nombramientos del gabinete que acompañará a Claudia Sheinbaum, aflora la promiscuidad en que vive la 4T, donde todos tienen que entrar con todos, sin que ninguno haga gestos.
Por ejemplo, Marcelo Ebrard, quien llegó como plurinominal al Senado, tomará protesta y pedirá licencia, pues aceptó ser secretario de Economía con Sheinbaum, a quien había acusado de hacerle fraude en la disputa por la candidatura presidencial de Morena.
Pero lo peor no es que Ebrard se doble de nuevo hasta el piso por un cargo, sino que le abre la puerta a su suplente, Emmanuel Reyes Carmona, fiel seguidor de Naason Joaquín García, líder de la Iglesia de la Luz del Mundo, preso en EU por pederastia, violación y trata.
Cierto que ya Martí Batres, jefe de Gobierno sustituto, había dado señales de la cercanía de la 4T con La Luz del Mundo, pues incluso se bañó y se puso frac para ir a un homenaje a sus líderes en Bellas Artes, pero de Marcelo no se sospechaba.
Por cierto, muchos se preguntan cómo es que Ebrard aceptó unirse al gabinete, luego de que públicamente descalificara el triunfo de Sheinbaum en las internas de Morena por la candidatura presidencial, señalando una descarada operación de Estado en su favor.
Denunció que su hoy jefa política había hecho escandalosos acarreos a sus mítines. Se quejó de la cantidad de mantas, lonas y bardas en favor de la doctora, y el uso indiscriminado de los programas sociales y de los llamados Siervos de la Nación.
Incluso desconoció el resultado y amenazó con entregar pruebas al INE sobre el dispendio de recursos. Además, fue a la única corcholata que se negó a levantarle la mano, y advertir que buscaría otra opción política, pero que era un hecho que estaría en las boletas el 2 de junio.
Ni se fue ni rechazó la candidatura a senador, y hoy hasta festeja que lo hayan distinguido con la Secretaría de Economía. Por eso dicen que en política hay que comer deshechos sin hacerle gestos, y Marcelo es un vivo ejemplo.
Pero no es el único en esa situación, pues Ernestina Godoy, quien ni siquiera fue capaz de reelegirse como fiscal de la CDMX, será la consejera jurídica de la Presidencia y dejará también su escaño en el Senado a su suplente, Karen Castrejón, ¡presidenta del Partido Verde!
La 4T no necesitaría andar pecando de promiscua. Si ya no importan los documentos básicos de Morena, PT y Verde, pues piensan exactamente igual y defienden lo mismo, ¿por qué no hacen un sólo partido y le ahorran millones de pesos a los mexicanos?
Así seguirán siendo tramposos… pero al menos no promiscuos.
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